La comunicación es el proceso por el cual dos personas o más entran en relación gracias al conocimiento de un medio/sistema común. Este medio puede ser el lenguaje oral o bien un medio alternativo que aun sin ser tan universal será igualmente válido siempre que las personas que intervienen en el acto comunicativo lo compartan.
Cuando ocurre una lesión cerebral, puede verse afectado específicamente el lenguaje, o también, más globalmente, puede verse afectada la capacidad comunicativa. Lo importante es no asimilar ambos supuestos: una persona que ve afectado su lenguaje oral por una lesión cerebral no necesariamente ve afectada su capacidad comunicativa. Por ello, desde el primer momento, debe prestarse especial atención a recuperar la intención y la capacidad comunicativa ya que el impacto que se produce en casos de pérdida - temporal o definitiva- del lenguaje oral puede llevar a los familiares y a las y los profesionales de apoyo a obviar otros intentos comunicativos, lo que provocará una situación de comunicación no efectiva y de desmotivación.
Partiendo de esta consideración previa, en este apartado se tratan las alteraciones del lenguaje que influyen en una comunicación efectiva y que pueden ser causadas por una lesión cerebral. Estas alteraciones se agrupan bajo la denominación de "afasia", que puede definirse como la pérdida del lenguaje oral ya adquirido, por lesiones del Sistema Nervioso Central, en áreas del encéfalo encargadas del procesamiento y producción del lenguaje. Suele darse como consecuencia habitual de un ictus en el hemisferio cerebral izquierdo (el dominante para el lenguaje en la mayoría de personas).
El trastorno afásico se caracteriza por:
Algunas personas con afasia tienen problemas en el empleo de las palabras y las oraciones (afasia expresiva); otras tienen problemas en entender a los demás (afasia receptiva); por último, otras presentan tanto problemas tanto de expresión como de comprensión (afasia global).
La afasia puede causar problemas con el lenguaje oral (expresión y comprensión) y con el lenguaje escrito (lectura y escritura). Por lo general existen mayores dificultades con la lectura y escritura que con la expresión y comprensión orales.