Si la persona sigue malhumorada o nerviosa y presenta conductas autolesivas o destructivas, puede ser útil recurrir a la relajación. A continuación, se ofrecen algunas pautas que pueden resultar muy eficaces a la hora de ayudar a la persona a relajarse.
- Ejemplos:
- Muéstrele que sabe que está enfadado: "Sé que estás enfadado". "Pareces estar enfadado". "Estás de mal humor porque ..."
- Dígale que se tranquilice: "Necesitas calmarte". "Relájate". "Te vendría bien estar más calmado". "Sería bueno que te retiraras a un sitio más tranquilo".
- Dígale que haga ejercicios que favorecen la relajación, enseñándole cómo se hacen: "Respira profundamente". "Levanta los brazos". "Respira profundamente de nuevo".
Pautas de Buenas Prácticas
Si con este tipo de instrucciones no consigue cortar la conducta, trate de convencer a la persona para que se retire a un lugar más tranquilo, donde le resulte más fácil calmarse:
- Puede ir a sentarse a una sala desocupada o retirarse a su habitación.
- Una vez se encuentre en un lugar tranquilo, dígale que se ponga cómoda, ya sea sentada o acostada.
- Ayude a la persona a ponerse cómoda: dígale que se quite los zapatos, que se afloje la ropa y que relaje los brazos apoyándolos en el sillón o sobre su regazo, en posturas de relajación. Recuerde que no se trata de obligarle a hacerlo, sino de animarle y ayudarle a que lo haga.
- Dé estas instrucciones utilizando un tono de voz pausado que muestre que lo que quiere es ayudarle.
- Dígale a la persona que se tranquilice y ayúdele a calmarse enseñándole a relajar las distintas partes de su cuerpo. Por ejemplo, puede resultar útil ayudarle a identificar la parte de su cuerpo que debe relajar (brazo, cuello, frente, etc.), tocándole con la mano. Otra forma de conseguir que se tranquilice consiste en hacerle agitar las manos y los dedos hasta que el cansancio le produzca una sensación de relajación.
- Hágale entender qué significa relajarse, utilizando frases como: "Deja los brazos muertos".
- Dígale que respire profundamente, que retenga la respiración y que después empiece a soltar el aire muy despacio. Mientras tanto, vaya repitiéndole: "Relájate", "cálmate". Realice esta operación hasta cinco veces por sesión.