Apoyos para el cuidado de la piel
Como ya se ha indicado antes, el baño es un buen momento para descubrir posibles patologías en la piel de las personas a las que se presta apoyo: manchas, tumefacciones, edemas, llagas, color azulado en los labios o en las uñas, etc. Si ocurre, hay que ponerlo en conocimiento de la enfermera o del médico para que adopten las medidas que estimen oportunas.
Uno de los problemas más frecuentes en personas con movilidad reducida, que pasan mucho tiempo encamadas o sentadas, son las úlceras de decúbito o escaras. Estas escaras son soluciones de continuidad de la piel o lesiones producidas por una presión prolongada de la zona. Las áreas en que más frecuentemente se presentan son la parte posterior de los hombros, los codos, las rodillas, los tobillos, los talones, los glúteos, la parte posterior de la cabeza cerca de las orejas y la parte inferior de la columna vertebral (sacro). Los signos que preceden la aparición de una escara son enrojecimiento y sensación de quemazón. Si no se toman las medidas adecuadas se producirá el desgarro de la piel constituyéndose así la úlcera de decúbito. Siempre que se perciba una zona enrojecida o eritematosa por apoyo hay que avisar a la enfermera para tomar medidas preventivas.
Las personas que presentan mayor riesgo son:
- las personas encamadas o las usuarias de silla de ruedas;
- las personas que tienen problemas de movilidad;
- las personas que presentan obesidad, porque su propio peso constituye una presión adicional;
- las personas muy delgadas que tienen poco tejido graso;
- las personas que toman cierta medicación como anticoagulantes, corticoides o analgésicos y no presentan movilidad;
- las personas que sufren de incontinencia;
- las personas con déficit de vitaminas o proteínas;
- las personas con diabetes.
Pautas de Buenas Prácticas para la Prevención de Escaras en Personas de Riesgo
- Las medidas preventivas que se deben seguir cuando existe un riesgo son las siguientes:
- Cambiar de posición a las personas encamadas como mínimo cada dos horas.
- Utilizar colchones o cojines especiales que mantienen la parte del cuerpo apoyada en flotación, sábanas especiales que mantienen siempre seca la parte superior, protectores de espuma para los tobillos, etc.
- Evitar arrugas en las sábanas.
- Estimular la circulación dando masajes en la piel expuesta a riesgo.
- Mantener la piel seca e hidratada, con productos que no contengan alcohol.
- Estimular a las personas para que tomen líquidos cada dos horas e ingieran proteínas en su dieta.
- No elevar la cabecera de la cama más de 30º para evitar que la persona se deslice. Es recomendable acomodar a la persona encamada con cojines, almohadas, etc. para reducir la presión sobre las prominencias todo lo posible.
- Si a pesar de los esfuerzos realizados se desarrolla una escara, se seguirá el tratamiento prescrito por el personal sanitario, siempre respetando las normas de higiene.