Las familias atendidas por los servicios de protección infantil presentan en general múltiples dificultades en diferentes áreas (salud mental, relaciones sociales, área laboral y económica, área escolar, etc.). Muchas de estas dificultades no van a ser abordadas directamente por los profesionales del programa de intervención familiar, debiendo ser atendidas por otros servicios o recursos comunitarios (tratamientos psiquiátricos, provisión de prestaciones económicas, apoyo escolar, etc.).
Por ello, los/as profesionales de los programas de intervención familiar:
- Mantendrán a lo largo de su intervención un enfoque ecosistémico en el análisis del funcionamiento familiar y en el abordaje de las necesidades de apoyo detectadas, proponiendo la puesta en marcha de todos los recursos propios y ajenos al programa que sean necesarios para dar cobertura a dichas necesidades.
- Mantendrán una coordinación estrecha y continuada con los recursos/ servicios que atienden a la familia de cara a compartir información y mantener una línea de actuación común.
- Promoverán a través del trabajo en coordinación con los servicios comunitarios normalizados la creación de una red externa de apoyo a la familia que le permita en un futuro funcionar de forma autónoma o, en su caso, prevenga o dé cobertura a las necesidades de los miembros de la familia ante posibles crisis o problemas futuros.