Debemos partir de una comunicación abierta, directa, basada en un lenguaje comprensible y adecuado a la realidad, la subjetividad y el mundo de significados de la persona que tenemos delante. Una buena comunicación no se improvisa, sino que se entrena y se prepara. Se trata también de tener claro lo que queremos decir, sin generar falsas expectativas.
Desde una perspectiva de acompañamiento, se refiere a expresar clara y concisamente los planteamientos y necesidades a la persona con la que se está trabajando mientras se es respetuoso/a con su punto de vista. Este estilo de comunicación intenta lograr una comunicación clara y directa sin ser ofensiva y muestra un comportamiento firme, que será fundamental en muchas relaciones profesionales. Es la base para una comunicación eficaz.
Ponerse en el lugar de la otra persona no significa sentir ni hacer por ella. Es decir, la empatía, competencia básica en la intervención social y sobre la que hay muchísimo material escrito, significa muchas cosas y muy complicadas. Significa comprender y apreciar en profundidad el mensaje y los sentimientos de la persona acompañada, ver la situación desde su perspectiva, sin tomar decisiones por ella y sin juzgar. Significa sentir con, pero no por ello justificar ni eliminar responsabilidades. Empatizar significa también respetar, tomar conciencia de que esa persona es única, evitando etiquetas y respetando los ritmos.
Una comunicación eficaz tiene que ver también con trasmitir confianza y seguridad, clave para el establecimiento de un relación referencial. Es fundamental ser capaz de transmitir que la persona nos importa, ella y su contexto, y que es posible mejorar su situación o por lo menos reducir el malestar, los daños o los problemas por los que atraviesa.
En el acompañamiento, los y las profesionales somos las herramientas fundamentales. Vamos creciendo personal y profesionalmente junto a las personas acompañadas, y ganamos con el día a día de la relación. En este sentido, a veces pesa más el puro “estar junto a… “que el contenido cualitativo y cuantitativo de las propuestas. Desde la importancia del “estar junto a”, esto solo se podrá conseguir desde la autenticidad personal.