a) Creatividad y pensamiento divergente
Una de las cuestiones clave para innovar es “tener” o “construir” esa capacidad. Pensamos que, a veces, surge –como un chispazo– en un contexto o en un colectivo determinado, pero también consideramos que es posible aprenderla, desarrollarla, ejercitarla... en definitiva, que es posible construirla. La definición del problema o la necesidad, el análisis de sus causas e interrelaciones, la búsqueda de soluciones y alternativas... constituyen un proceso en donde la creatividad emerge como un elemento esencial para que el resultado sea eso, una innovación.
Pero, “la creatividad es, por su naturaleza, un esfuerzo multidisciplinar que sólo puede prosperar una vez asentada la capacidad metafórica…. Requiere una apertura constante de espíritu y confianza en las ideas y opiniones de los demás” (Punset, 2008). La capacidad metafórica permite la transmisión de pensamiento y la asociación (un elemento importante a la hora de ver analogías entre realidades instrumentalmente independientes). El pensamiento divergente (lateral en la terminología del gurú Edward de Bono) requiere “papel en blanco”… la curiosidad, los planteamientos del tipo “…y si…”. Los divergentes “distraen” pero también “ilustran” nuevos enfoques a la hora de abordar los problemas... la metáfora entra en juego.
b) Visión global o perspectiva sistémica
Dicen que los astronautas, cuando contemplan la tierra desde el espacio, durante la primera semana miran sólo su propio país; durante la segunda semana se identifican con su continente, y que a partir de la tercera semana, sienten que pertenecen a un único planeta. Tal vez, en ellos se dé de forma condensada un proceso de aprendizaje, de generación de una nueva visión, que consiste en una progresiva ampliación del horizonte que contempla lo global.
Ciertamente existe cierta ceguera de sistemas (Oshry, 1998), zonas oscuras que impiden la visión de la totalidad de una determinada realidad (social, organizativa, o personal). Estos “ángulos muertos” de nuestras apreciaciones y opiniones se manifiestan en diversos ámbitos:
Salir de esta “ceguera” en cualquiera de sus manifestaciones, para ir desvelando la realidad de “lo social” y sus interconexiones no siempre es fácil. Requiere cierto grado de conciencia de la incompetencia y de cierta voluntad para ver más allá… necesitamos la experiencia de una mirada “social” como la de los astronautas que nos lleve a la imprescindible humildad para actuar eficazmente, dada la insuficiencia de perspectivas individuales, y la conciencia de la riqueza que implica ampliar nuestro conocimiento de lo que otros ven. La visión sistémica, holística, que requiere el verdadero aprendizaje... las conexiones directas e indirectas entre realidades aparentemente inconexas...