Como personas facilitadoras de la participación y los procesos grupales es fundamental que reflexionemos sobre nuestro rol, las estrategias y actitudes que se han de poner en marcha. Una determinada forma de facilitar el trabajo grupal puede conducir hacia procesos de empoderamiento y autonomía mientras otras prácticas pueden generar cierta dependencia e incluso la desmotivación del grupo.
A continuación se muestran algunas ideas generales sobre las funciones posibles de la facilitación grupal.
Así mismo, hay algunas actitudes y roles que sería conveniente evitar:
Como se ha visto al hablar de la vida de los grupos, los procesos de los mismos son graduales y, por lo tanto, los roles de las personas facilitadoras también han de serlo. Esto quiere decir que un grupo en su fase inicial tendrá poca capacidad de autonomía, eficacia y capacidad para gestionar conflictos. Es por ello que el rol de los técnicos/as será más directivo y propositivo inicialmente, se asumirán más tareas de organización, mediación etc, para ir dando mayor autonomía y capacidad de gestión al propio grupo a medida que avance su propio proceso.