¿Qué son las coaliciones comunitarias?
Las coaliciones comunitarias y, de forma más amplia, la formación de alianzas y redes colaborativas surgen con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la población (Wells, Ford, McClure, Holt & Ward, 2007). Una coalición comunitaria puede ser entendida como la unión entre diferentes organizaciones, instituciones y agentes comunitarios que trabajan de forma cooperativa para mejorar las condiciones de vida de la comunidad.
Según Berkowitz (2001) las características que distinguen a las coaliciones comunitarias de otro tipo de estructuras son:
Esto implica que los diferentes sectores representados en la coalición participan de forma activa tanto en el diseño e implementación de las estrategias como en la detección de las necesidades que determinan las acciones de la coalición.
¿Cuáles son las funciones de una coalición comunitaria?
El carácter participativo de las coaliciones las convierte en un tipo de iniciativa capaz de catalizar la participación ciudadana, generar empoderamiento comunitario, facilitar la preparación comunitaria para el cambio social e incrementar la justicia social percibida (Feinberg, Riggs & Greenberg, 2003; McMillan, Florin, Stevenson, Kerman & Mitchell, 1995).
Las coaliciones ofrecen a sus miembros la oportunidad de expresar sus necesidades, de canalizar sus demandas y de adquirir conocimientos sobre la resolución de problemas sociales. Estos elementos hacen que la comunidad adquiera un papel activo en la resolución de problemas sociales, incrementado así la sensación de control y de autonomía en lugar de ser un mero receptor pasivo de las intervenciones. Este enfoque eminentemente horizontal facilita la apropiación de las intervenciones por parte de la comunidad, la implicación activa de sus miembros y la identificación con los objetivos de la coalición.
En este sentido Foster-Fishman, Berkowitz, Lounsbury, Jacobson y Allen (2001) afirman que las coaliciones logran incrementar la capacidad comunitaria para mejorar las condiciones de vida de la comunidad al cumplir una doble función:
En ambos casos, la coalición desempeña un papel crucial en la detección de necesidades y en la adecuación de los programas de intervención a las características del contexto comunitario.
La formación de coaliciones comunitarias se ha utilizado para resolver distintos problemas, como: el abuso de sustancias, la violencia, la prevención de enfermedades crónicas y la promoción de la salud (Butterfoss, 2007; Butterfoss, Goodman & Wandersman, 1993). Así estas iniciativas se utilizan para enfrentar una gama cada vez más diversa de cuestiones sociales (Berkowitz, 2001).
Una característica destacada de las coaliciones es su capacidad para:
Estos factores refuerzan la identidad colectiva, incidiendo al mismo tiempo sobre otros procesos vitales para el desarrollo comunitario, como: el capital social, el sentido de comunidad y la participación ciudadana. La función que desempeñan las coaliciones, equilibrando la distancia de poder entre los colectivos minoritarios y la población local, hacen de las coaliciones una iniciativa de colaboración especialmente indicada para mejorar la situación de las minorías étnicas.
Otros beneficios que comporta la formación de coaliciones comunitarias se relacionan con su capacidad para involucrar a la administración pública en sus acciones, actuando como interlocutor válido. Esto facilita la coordinación y la transferencia de información y recursos en ambos sentidos, agilizando los procedimientos y las acciones implementadas por la coalición y evitando la duplicación de esfuerzos (Chavis, 2001). Además, al estar representados diferentes sectores de la comunidad (tales como las organizaciones comunitarias, el tejido empresarial, las instituciones públicas y las organizaciones no gubernamentales, entre otras) las coaliciones tienen acceso–y pueden captar- a personas de diferentes ámbitos con capacidad para aportar sus conocimientos y experiencias a la coalición.
El ciclo vital de las coaliciones
Las coaliciones comunitarias pueden evaluarse en función de la etapa en la que se encuentren. Rich, Edelstein, Hallman & Wandersman (1995) identificaron las cinco fases que integran el ciclo de la coalición: