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Consecuencias cognitivas del Daño Cerebral Adquirido

La percepción es la capacidad que tiene el cerebro para recibir y comprender tanto la información que procede de uno mismo como la que procede del entorno.

El daño cerebral adquirido puede tener importantes efectos en la capacidad de percepción: puede determinar que la persona ya no comprenda lo que siente, ve o escucha, y ello a pesar de que sus capacidades sensoriales -es decir, sus sentidos de la vista, del tacto, del oído, del olfato o del gusto- estén intactas.

Estas dificultades de percepción, que pueden ser temporales o permanentes, se agrupan bajo el término de "agnosias". La agnosia es una afectación específica de la capacidad para reconocer estímulos previamente aprendidos o de reconocer estímulos que pueden habitualmente ser aprendidos, después de una exposición adecuada, sin que exista una alteración de la sensación, lenguaje o intelecto. Las agnosias se producen como consecuencia de una lesión cerebral adquirida, lo que da lugar a un mal funcionamiento del reconocimiento. Este mal funcionamiento está asociado a un canal sensorial pero no a todos. La agnosia, además de afectar al reconocimiento de los estímulos aprendidos previamente, altera la capacidad de aprender nuevos estímulos de la modalidad implicada.

El término "agnosia" significa ausencia de conocimiento y fue introducido por Freud para designar la afectación del reconocimiento de un estímulo, diferenciándolo del desconocimiento del nombre o anomia. Así, por ejemplo, una persona con afasia puede no saber decir el nombre del objeto que se le presenta -fenómeno conocido como anomia-, pero sí saber de qué objeto se trata, para qué sirve, y cómo se utiliza. Por el contrario, en el caso de la agnosia la persona afectada podría decir el nombre del objeto y para qué sirve pero no lo puede hacer porque es incapaz de reconocer el objeto que se le presenta, es como si no lo hubiese visto, oído o tocado nunca, dependiendo de la modalidad sensorial que se encuentre afectada.

Las agnosias pueden clasificarse, en función del sistema sensorial afectado, en visuales, auditivas, táctiles, gustativas y olfativas. A continuación se ofrece una descripción de cada uno de estos tipos, tomando para ello como referencia las descripciones ofrecidas por Román Lapuente, Sánchez López, y Rabadán Pardo.


Agnosias visuales

La agnosia visual es la forma más común de agnosia; es también aquélla de la que mejor conocimiento científico se tiene. Se distinguen diversos subtipos:

  • Agnosia para los objetos: Este subtipo de agnosia se subdivide a su vez en dos grupos:
    • Agnosia aperceptiva: En este tipo de agnosia, están preservadas funciones visuales relativamente básicas -agudeza, color, movimiento-, existiendo problemas a nivel perceptivo. El déficit fundamental reside en la incapacidad para percibir y por lo tanto para reconocer la estructura de los objetos. Las personas que sufren agnosia aperceptiva pueden ver pero carecen de percepción visual de alto nivel, lo que interfiere con el reconocimiento del objeto: no reconocen las formas y fracasan en pruebas de copiado de formas. Muchas personas con agnosia aperceptiva presentan también otro síntoma denominado simultagnosia que describe una condición en la que las escenas que contienen varios objetos no pueden ser interpretadas como un todo: reconocen sólo partes de la escena y no pueden describir su naturaleza global ni comprender su significado.
    • Agnosia asociativa: En la agnosia asociativa, además de encontrarse preservadas las funciones visuales relativamente básicas (agudeza, color y movimiento), como ocurre en la agnosia aperceptiva, también se encuentra preservada la percepción. El déficit fundamental es la alteración del reconocimiento a pesar de la percepción normal. La persona con agnosia asociativa puede copiar un dibujo con precisión -lo cual indica una percepción coherente-, pero no puede identificarlo. La agnosia asociativa se entiende situada en un nivel cognitivo superior de procesamiento, asociado con la información almacenada acerca de los objetos, es decir, con la memoria. Las personas afectadas perciben normalmente pero no recurren a recuerdos almacenados o conocimientos asociado con el objeto, como su nombre, o cómo se siente al cogerlo. Sin embargo, muchas personas pueden proporcionar información semántica sobre el objeto sin ser capaz de proporcionar el nombre. Muchas personas con agnosia visual asociativa tienen dificultad para reconocer caras (prosopagnosia) o palabras (alexia pura), herramientas o animales.
       
  • Agnosia para las caras o prosopagnosia: Se refiere a la dificultad o alteración para reconocer las caras de personas previamente conocidas, incluido su propio rostro cuando lo ven en el espejo o en una fotografía. Sin embargo pueden reconocer a las personas por la información de los rostros: una marca de nacimiento, el bigote, un peinado característico, las gafas, etc. Las personas con prosopagnosia son capaces de distinguir si una cara es humana o no, si es de sexo masculino o femenino, la edad aproximada de la persona, e incluso qué tipo de emociones está expresando la cara. Muchos pacientes con agnosia para las caras presentan además agnosia para los colores y para las texturas, debido a la proximidad de las zonas corticales especializadas en estas percepciones.
     
  • Agnosia topográfica. Se refiere a la incapacidad para identificar lugares y edificios concretos, aunque se reconozca que, efectivamente, lo que está viendo son edificios, parques, etc. La persona puede tener dificultad también para reconocer los alrededores de su casa. En general, la agnosia topográfica va acompañada de acromatopsia, prosopagnosia y alucinaciones visuales.
     
  • Acromatopsia. Se refiere a la incapacidad para designar el color como consecuencia de una alteración perceptiva; a pesar de ello, la persona afectada puede emparejar colores, guiada por el brillo.
     
  • Agnosia cromática: se refiere a la incapacidad de denominar y designar colores que la persona sí percibe y reconoce.
     
  • Alexia agnósica. Se denomina también alexia sin agrafía, alexia pura o ceguera pura para las palabras. En general, va acompañada de hemianopsia (pérdida de la visión en una mitad del campo visual), acromatopsia unilateral o agnosia cromática y afasia óptica. La preservación de la escritura puede no ser total.


Agnosias auditivas

Es una forma de agnosia que se manifiesta principalmente por la incapacidad para reconocer o diferenciar sonidos. No se trata de un defecto de la audición, sino de una incapacidad del cerebro para procesar los significados de los sonidos. Las personas con agnosia auditiva son físicamente capaces de oír los sonidos y describirlos utilizando términos no relacionados con ellos, pero no son capaces de reconocerlos. Pueden describir las características de los sonidos de su entorno, aunque fallando en su identificación correcta. Por ejemplo, podrían describir el sonido de un motor que arranca como algo que se parece al rugido de un león, pero no serían capaces de asociar ese sonido con "coche" o "motor".

Existen diversos tipos de agnosia auditiva, cada uno de ellos con unas características específicas, y que responden a lesiones en diferentes áreas cerebrales:

  • Las agnosias para sonidos de contenido verbal son aquéllas en las que la persona tiene dificultades para percibir e interpretar correctamente los estímulos auditivos de tipo lingüístico. Hay tres tipos principales:
    • En el trastorno cortical auditivo, existen problemas para percibir, reconocer e interpretar tanto los estímulos verbales como los no verbales. Cuando la gravedad del trastorno es tal que impide el correcto procesamiento de cualquier tipo de estímulo auditivo, se habla de sordera cortical.
    • La agnosia auditiva verbal o sordera verbal pura se caracteriza por la imposibilidad de comprender palabras. Los afectados por este trastorno son capaces de comunicarse mediante el lenguaje de signos, y pueden comprender las palabras escritas. También se encuentra conservada la capacidad de hablar, así como la de extraer el significado de la comunicación no verbal, como por ejemplo, el lenguaje corporal.
    • La agnosia auditiva no verbal o agnosia auditiva para los sonidos es una incapacidad para procesar cualquier tipo de sonido ambiental no verbal (incluyendo ruidos industriales, de animales, etc.).
       
  • La amusia es la incapacidad para reconocer la música. El término "amusia" cubre un amplio espectro: desde aquellos casos en los que simplemente existe un déficit de la capacidad rítmica, hasta aquellos casos en los que hay un deterioro generalizado de la capacidad de procesamiento musical. Las personas más afectadas por este tipo de trastorno perciben la música como simple ruido.
     
  • En las agnosias paralingüísticas está alterada la capacidad de interpretar correctamente aspectos afectivos como la entonación, el volumen o el ritmo. El paciente no es capaz de extraer la información emocional del discurso ajeno. También se le denomina agnosia auditiva afectiva.
     
  • La fonoagnosia, por su parte, consiste en la incapacidad para reconocer voces familiares (el equivalente auditivo a la prosopagnosia, de carácter visual).


Agnosia táctil

La agnosia táctil, también llamada astereognosia es la incapacidad para reconocer la naturaleza de un objeto por el tacto. La astereognosia se presenta de varios modos:

  • Amorfognosia: incapacidad de reconocer el tamaño y la forma de los objetos.
  • Ahilognosia: incapacidad de descifrar la densidad, el peso, la conductividad térmica o la textura de un objeto.
  • Agnosia táctil: incapacidad de identificar un objeto en ausencia de amorfognosia y ahilognosia.

Estos trastornos deben diferenciarse de la afasia o anomia táctil en la que las personas afectadas reconocen el objeto pero no saben nombrarlo.


Asomatoagnosia

La asomatoagnosia se refiere a la pérdida del conocimiento o del sentido del propio cuerpo o del estado corporal. Se presenta de varios modos:

  • Anosognosia: inconsciencia o negación de la enfermedad.
  • Anosidiaforia: indiferencia ante la enfermedad.
  • Autopagnosia: incapacidad para localizar y nombrar las diferentes partes del cuerpo. La más frecuente es la incapacidad para señalar los distintos dedos de la mano.
  • Asimbolia para el dolor: ausencia de reacciones normales al dolor.

La asomatoagnosia puede afectar a uno o ambos lados del cuerpo, aunque más comúnmente al lado izquierdo.


Buenas prácticas

  • Crear listas de procedimiento para las tareas que requieren un procesamiento visual (por ejemplo, instrucciones para cerrar la puerta con llave).
  • Animar a la persona afectada a que entrene su capacidad de percepción visual: por ejemplo, realizando ejercicios de detección de un objeto escondido en un dibujo complejo o calcular los puntos que hay a lo largo de una página.
  • Practicar las habilidades de construcción haciendo puzzles y rompecabezas.
  • Practicar copiando formas complejas: un cubo, una cruz, una estrella, o una palabra.
  • En caso de negligencia unidireccional, situarse en el lado afectado para forzar a la persona a mirar en esa dirección y colocar objetos que le llamen la atención también en ese lado.

Los ejemplos planteados aquí pueden ser aplicados también a las otras modalidades sensoriales. Básicamente, se intentaría la recuperación de la capacidad de identificar correctamente el nombre o función de los objetos a partir de la vía sensorial que sí permite esa identificación.

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