El papel de la ciudadanía y la comunidad en la gestión de los bienes comunes
Los comunes están formados por el conjunto de tres elementos:
- el propio recurso (material o inmaterial),
- la comunidad de sujetos que generan y sostienen la producción y reproducción del recurso y
- el modo de gestión, como marco normativo, sea reglado o no reglado.
Ninguno de estos elementos está dado, sino que se alimentan mutuamente en un proceso de devenir-común. (…)
La gestión colectiva de los recursos comunes se basa en cuatro premisas fundamentales:
- Universalidad. El acceso a los recursos comunes debe garantizar el acceso de todos los integrantes de la comunidad que cuida y se beneficia de dicho recurso.
- Sostenibilidad. Los recursos comunes deben ser gestionados de forma que se garantice su sostenibilidad y la supervivencia de dichos recursos, para que puedan ser disfrutados por las generaciones futuras.
- Democracia. Para que los recursos sean considerados comunes se deben gestionar de manera democrática, de forma que las comunidades que crean, cuidan y acceden a dichos recursos puedan tomar las decisiones que afectan a las anteriores condiciones de accesibilidad y sostenibilidad.
- Inalienabilidad. Por su propia naturaleza, los recursos comunes no se pueden vender en el mercado, especular con ellos ni acumular con vistas a beneficios futuros. Su valor es el valor de uso y, de esta forma, se escapan a la lógica del mercado financiero.