Ir directamente al contenido

Tener buena salud como factor de calidad de vida

Tener buena salud es uno de los factores que más influencia ejercen sobre la vida y la calidad de vida de las personas, afectando a su motivación, a su desarrollo y a su conducta. La salud física y la salud mental están fuertemente interrelacionadas, y cuando el cuerpo se ve afectado por una enfermedad, tiene un impacto, mayor o menor, en el estado de ánimo y en la conducta y, a la inversa, una enfermedad mental puede tener efectos sobre la salud física. Esto es verdad para todas las personas; también para las personas con discapacidad.

En este capítulo se ofrecen, por un lado, algunas pautas básicas en relación con la promoción de una buena salud y con el cuidado de la salud en general y, por otro, se tratan, de forma muy específica, dos materias que adquieren especial relevancia en relación con las personas con discapacidad: la salud mental y la epilepsia.

Resulta esencial, adoptar, en el marco de los servicios residenciales, las medidas que resulten necesarias para que las personas con discapacidad se mantengan en buen estado de salud. Algunas medidas básicas pueden contribuir muy activamente a ello: aplicar un programa de educación para la salud; establecer un contacto cercano con las y los médicos de familia de las personas atendidas y, en su caso, con las y los especialistas que les traten; realizar, periódicamente, los controles de salud básicos; controlar bien la administración de la medicación.
 

  • Educación para la salud
    La salud viene determinada por diferentes factores y, entre ellos, juegan un papel determinante el ambiente y el estilo de vida. Es importante que las personas con discapacidad tengan la oportunidad de desarrollar pautas de vida saludables y para ello conviene que en los servicios residenciales se les dé acceso a unas pautas básicas de educación para la salud, que den cobertura a los siguientes ámbitos:
    • Higiene personal: aseo personal e higiene bucodental.
    • Alimentación y nutrición: dieta equilibrada que incluya los grupos esenciales de alimentos y, en caso necesario (colesterol, diabetes, obesidad, alergias alimentarias...) dieta especial.
    • Salud ambiental: limpieza del entorno inmediato y reciclaje; uso adecuado del agua.
    • Prevención de consumo de drogas.
    • Prevención de accidentes.
    • Prevención de enfermedades, con particular consideración de las enfermedades de transmisión sexual.
       
  • Contacto con las y los médicos de familia y especialistas
    Es fundamental que el equipo profesional de apoyo de la persona con discapacidad desarrolle una relación de confianza con el médico o la médica de familia y, en su caso, con las o los especialistas que le traten. Es importante por diversas razones: 
    • porque en el marco residencial, las y los profesionales de apoyo tenemos posibilidades de observación que pueden resultar fundamentales de cara a un diagnóstico;
    • porque, en los casos en los que la persona con discapacidad tenga dificultades de comunicación, las y los profesionales del equipo de apoyo podemos actuar como transmisores o intérpretes;
    • porque una relación de estas características también resulta imprescindible para poder hacer consultas específicas o para poder ponerse en contacto en momentos de urgencia en los que interesa que el médico de familia pueda actuar como intermediario o transmisor ante un especialista.
       
  • Controles periódicos básicos
    Es necesario proceder a los controles médicos básicos y periódicos que se aplican con carácter general al conjunto de la población:
    • Revisión auditiva
    • Revisión oftalmológica
    • Revisión dental
    • Control de la presión sanguínea
    • Análisis de sangre y de orina
    • Revisiones ginecológicas
    • Revisiones de próstata
       
  • Control de toma de la medicación
    • Muchas personas con discapacidad toman medicación de forma habitual.
      • Algunos de los tratamientos tienen un carácter prácticamente permanente y están indicados para problemas de salud mental, epilepsia o conductas problemáticas; entre ellos cabría citar los neurolépticos ó antipsicóticos, los antiepilépticos, los sedantes o hipnóticos y los antidepresivos. Todos ellos tienen unas indicaciones específicas, pero, como todos los fármacos, presentan o pueden presentar efectos secundarios, es decir, efectos farmacológicos previsibles, pero indeseados, a pesar de que la administración del producto responda a la dosis prescrita.
      • Otros medicamentos se administran, por definición, con carácter temporal, para el tratamiento de enfermedades y cuadros clínicos puntuales. Entre ellos, estarían los antibióticos, antiulcerosos, antiinflamatorios, analgésicos, etc.
         
    • Tanto para la administración de la medicación habitual como para la de la medicación temporal o coyuntural, es necesario respetar las pautas que indique el médico responsable del seguimiento de la persona. Complementariamente, las siguientes pautas generales de actuación pueden ofrecer una orientación básica:
      • El tratamiento farmacológico debe obedecer siempre a una prescripción médica.
      • Cada medicamento prescrito debe tener una etiqueta en la que se indique:
        • el nombre de la persona usuaria;
        • la fecha de prescripción;
        • el nombre del medicamento;
        • la dosis y la frecuencia de administración;
        • cualquier instrucción específica (por ejemplo, tomar después de las comidas.
      • Conviene que la medicación esté preparada en pastilleros unidosis, identificados con el nombre de la persona usuaria correspondiente.
      • Debe existir una ficha de información para cada persona usuaria, en la que conste la medicación, la dosis y la frecuencia de toma. Cuando hay una variación en la medicación, debe procederse, de forma inmediata, a la actualización de la ficha.
      • El personal debe suministrar a cada persona usuaria la medicación correspondiente, teniendo especial cuidado en observar que la ingiere realmente. Sin perjuicio de lo anterior, conviene favorecer la responsabilidad y autonomía de las personas con discapacidad en este ámbito, intentando en la medida de lo posible que ellas tomen la medicación, facilitándoselo (con pastilleros) y bajo supervisión (recuento de pastillas, por ejemplo) si fuera necesario.
      • Conviene que la formación que se ofrece al conjunto del personal de apoyo incluya:
        • conocimientos básicos sobre los efectos que habitualmente pueden producir unos u otros tipos de medicación;
        • la política del servicio residencial sobre registro y manipulación de la medicación;
        • las pautas de actuación en caso de que se produzca una situación de emergencia derivada de la ingesta de medicamentos.
      • La medicación debe guardarse siempre:
        • fuera del alcance de las personas con discapacidad intelectual o con deterioro cognitivo;
        • siguiendo las instrucciones adicionales que se indiquen en el envase o en el prospecto (por ejemplo, en un lugar seco y frío, en el frigorífico, etc.)
      • No deben conservarse medicamentos más allá de su fecha de caducidad.
         
    • Toda medicación tiene efectos secundarios, de modo que, en muchos casos, será necesario realizar controles -analíticas, pruebas físicas, etc.- para verificar la evolución.
    • Es crucial que los registros individuales de medicación se mantengan bien actualizados para evitar la prescripción o la administración de medicamentos que puedan tener interacciones inadecuadas o peligrosas.
VOLVER
IMPRIMIR
COMPARTIR

Customización de cookies

Cookies Analytics

Este sitio web utiliza cookies de terceros para cuantificar el número de usuarios y así realizar la medición y análisis estadístico de la utilización que hacen los usuarios del servicio ofertado. Para ello se analiza su navegación en nuestra página web con el fin de mejorar la oferta de productos o servicios que le ofrecemos por medio de la cookie Google Anlytics

Cookies para compartir en redes sociales

Usamos algunos complementos para compartir en redes sociales, para permitirle compartir ciertas páginas de nuestro sitio web en las redes sociales. Estos complementos colocan cookies para que pueda ver correctamente cuántas veces se ha compartido una página.