Ir directamente al contenido

¿Cómo enseñar una habilidad?

Todo lo que se ha indicado hasta el momento forma parte de la fase preparatoria para enseñar una habilidad. Una buena preparación, aunque resulte laboriosa, siempre merece la pena; con el tiempo y la práctica, nos parecerá más fácil y nos llevará menos tiempo que al principio.

Finalizada esa etapa preparatoria, hay que poner en práctica la enseñanza de esa tarea y en ese proceso deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos.


Formas de apoyo

  • Apoyos verbales.
    • Los apoyos verbales pueden ser cualquier pregunta o instrucción verbal que ayude a la persona a realizar la tarea. Puede ser indirecta, cuando da pistas sobre la acción que debe realizar ("¿Qué tienes que hacer con las servilletas?") o directa, cuando describe la acción (por ejemplo: "Pon las servilletas encima de los platos"). Se considera, también, apoyo verbal toda indicación referida a la actitud que conviene adoptar, es decir, indicaciones que si bien no van directamente referidas al paso que corresponde dar, son necesarias para la realización de la acción (por ejemplo, fíjate, mira, no corras, etc.).
    • Al iniciar una sesión de aprendizaje conviene adoptar, al ofrecer los apoyos verbales que correspondan, un tono de voz formal que, sin llegar a ser autoritario, le permita a la persona con discapacidad darse cuenta de que tiene que concentrarse para aprender.
    • Es importante que los apoyos verbales incluyan sólo las palabras que se consideren estrictamente necesarias para proporcionar a la persona una indicación clara, porque cuando existen dificultades de comprensión la vía más adecuada siempre es la sencillez: si le hablamos mucho, corremos el riesgo de confundirle en lugar de ayudarle. Otra clave importante consiste en recurrir siempre a las mismas palabras cada vez que le enseñamos una determinada habilidad.
    • En el proceso de enseñanza, es importante que las instrucciones sean siempre positivas; es mejor indicarle a la persona: "coge esto", que tenerle que decir: "no cojas eso", y eso nos obliga a anticipar su conducta. Las personas aprenden con mayor facilidad en situaciones de aprendizaje positivo.
       
  • Apoyos gestuales (signos o señales).
    • Los apoyos gestuales pueden incluir tocar, señalar o cualquier gesto o movimiento corporal que dirija la atención de la persona hacia lo que debe hacer a continuación. Por ejemplo, señalar primero los platos que están en la encimera y señalar luego el fregadero, para que la persona entienda que tiene que poner los platos en el fregadero.
    • Este tipo de ayuda es particularmente importante cuando existen dificultades de audición o de lenguaje, o cuando los apoyos verbales no constituyen, por sí mismos, un estímulo suficiente.
       
  • Demostración/modelado.
    • Consiste en mostrarle a la persona con discapacidad cómo realizar una parte o la totalidad de la tarea. Esta ayuda es apropiada para personas con buenas habilidades de imitación y a menudo requiere recurrir a cierta exageración de las indicaciones ofrecidas.
       
  • Apoyos físicos.
    • Los apoyos físicos consisten en guiar físicamente a la persona con discapacidad en la realización de la tarea: coger su mano y dirigirle por ejemplo.
    • El apoyo debe ser lo bastante directo como para generar la respuesta adecuada, pero nunca debe llegar a ser tan fuerte como para que la persona se sienta físicamente forzada a responder. Si la persona se resiste, conviene recurrir a otro tipo de apoyo.
    • Los apoyos físicos pueden ser parciales, si sólo se ayuda a la persona en parte de la tarea o del movimiento que tiene que realizar, o totales, si se le guía a lo largo de toda la tarea.

La persona con discapacidad aprenderá la tarea a base de realizarla siguiendo sistemáticamente las mismas pautas que ella identificará con "hacer bien la tarea". Esto implica que la o el profesional que le enseña a realizarla debe detectar cualquier error en su realización, lo que exige estar presente de forma continuada para anticiparse a los errores y dar el apoyo necesario para realizar la tarea correctamente. De este modo, la realización siempre será correcta, exitosa y será posible ofrecer un refuerzo positivo.

Lógicamente, algunos tipos de apoyos pueden resultar más útiles que otros en determinadas personas. Como norma general, puede decirse que los apoyos verbales y gestuales proporcionan un nivel de apoyo más leve mientras que los apoyos físicos proporcionan el máximo nivel de ayuda posible. Con todo, esto no es más que un criterio general, ya que el nivel de apoyo necesario varía y debe ajustarse a las necesidades individuales. Así, si una persona tiene grandes dificultades de audición, los apoyos verbales no servirán, como tampoco serán útiles los apoyos gestuales para una persona con graves problemas de visión o los apoyos físicos para una persona que soporta difícilmente que se le toque.

Los tipos de apoyo aplicados con cada persona usuaria deben determinarse individualmente, y para garantizar su adecuación conviene tener un buen conocimiento previo de la persona.

VOLVER
IMPRIMIR
COMPARTIR

Customización de cookies

Cookies Analytics

Este sitio web utiliza cookies de terceros para cuantificar el número de usuarios y así realizar la medición y análisis estadístico de la utilización que hacen los usuarios del servicio ofertado. Para ello se analiza su navegación en nuestra página web con el fin de mejorar la oferta de productos o servicios que le ofrecemos por medio de la cookie Google Anlytics

Cookies para compartir en redes sociales

Usamos algunos complementos para compartir en redes sociales, para permitirle compartir ciertas páginas de nuestro sitio web en las redes sociales. Estos complementos colocan cookies para que pueda ver correctamente cuántas veces se ha compartido una página.