Una vez realizada la valoración en los términos indicados en los apartados anteriores, es muy probable que se disponga de suficiente información sobre la persona para describir y registrar, de forma ordenada y con cierta precisión, cuáles son sus necesidades, sus capacidades y sus preferencias de comunicación.
Existen muchas formas de registrar esa información y todas ellas pueden ser útiles y complementarias para garantizar dos objetivos básicos:
En todos los casos, para garantizar su máxima utilidad, estos instrumentos de registro e información deben articularse en el marco de la planificación centrada en la persona. Veamos los principales: