Curiosidad
La actitud profesional más productiva, aquella que es capaz de generar motivación en las familias, suele estar fundada o alimentada en la curiosidad del profesional.
La expresión de la curiosidad más sencilla es la pregunta ¿Qué voy a aprender de esta familia? ¿Qué nueva comprensión voy a tener de esta familia que acabo de conocer?
Una parte importante de la intervención familiar se basa en nuestro conocimiento de las familias, y puede ser de varios tipos:
- El conocimiento reflexivo.
- Todo aquello que nos proporciona nuestra formación profesional, nuestra experiencia acumulada en información sobre casos: las valoraciones, intervenciones, mediciones realizadas con los casos, nuestro trabajo a través de la formulación de técnicas y procedimientos, el intercambio estructurado en los equipos y en la red profesional, etcétera.
- La intuición.
- El conocimiento reflexivo es el que se considera más importante, el que representa un aspecto formal de credibilidad, el que se nos exige desde el ámbito académico y profesional.
- Pero la intuición es muy importante en la práctica porque representa una manera de conocer lo que funciona en nuestro trabajo y que no es fácilmente explicable en forma de un procedimiento a seguir.
- La intuición está relacionada con un mecanismo mental que nos permite interpretar y tomar decisiones con rapidez sobre la base de elementos que están en nuestra experiencia, sin que tengamos un procedimiento razonado y pautado para explicarlo.
- La intuición es un gran recurso, especialmente cuando se pone al servicio del trabajo en equipo y dentro de un contexto en el que se toman precauciones y se debaten diferentes opciones entre los profesionales.
- La curiosidad
- Es igualmente un tipo de conocimiento, al menos, un motor del conocimiento, porque representa “saber que no sabemos” o bien intuir que hay muchas cosas de la familia con la que trabajamos que todavía deberemos descubrir y que nos van a ayudar a ser útiles para esa familia.
Podríamos decir finalmente que hay un conocimiento falso y envenenado que puede destruir nuestra capacidad de ayuda profesional. Se presenta en la ceguera que provoca la soberbia de creer que lo sabemos todo sobre una familia o una persona con la que trabajamos. Es la antítesis de la curiosidad, y nos impide por ello motivar para el cambio a ese usuario o esa familia.