Fase final del proceso de intervención
Cuando la fase final es llevada a cabo de forma correcta y adecuada, la finalización se convierte en una fase de crecimiento para las dos partes implicadas en el proceso: profesional y persona.
Para conseguir que esa finalización sea adecuada, hay que cuidar especialmente dos aspectos: la separación y la evaluación.
- La separación: acabar es una experiencia mutua y ambas partes reaccionan de forma individual y subjetiva. la parte profesional debe conocer y considerar esto y anticiparse al probable impacto que tendrá el proceso de separación en la persona, al igual que preparar el impacto que tendrá sobre sí misma.
- La evaluación: una evaluación cuidadosa junto con la persona de los resultados obtenidos que, analice qué ha sido de ayuda y que no y porqué, hace que la práctica profesional gane en efectividad. además contribuye a garantizar la responsabilidad de las personas que utilizan el servicio.